Un lugar para reflexionar |
Durante el embarazo se producen muchos cambios en la mujer teniendo como objetivo crear unas condiciones óptimas para el desarrollo y la maduración del feto, y a su vez, preparando a la madre para el futuro parto y la nutrición del bebé. Hoy en día debemos de tener en cuenta diversas consideraciones previas para establecer un programa de ejercicio físico para la mujer embarazada como son:
- Activa o atlética - Patológica
A continuación explicamos muchos de los cambios morfológicos y funcionales provocados por el embarazo. El cuerpo tiene como objetivo acomodar al bebé y para ello debe cambiar de manera radical, estos cambios afectan a la estabilidad como a la postura. Lo más evidente parece ser el aumento de la curvatura lumbar, ésta aumenta para mantener una actividad normal durante el embarazo, en algunas mujeres llega a aumentar hasta un 60 % de pie. El útero aumenta en peso y tamaño lo que provoca una distribución diferente de los órganos en la cavidad abdominal. Todo esto lleva a un aumento de hiperlordosis lumbar y cifosis torácica compensatoria, lo que favorece a una hiperextensión de las rodillas debido problablemente al cambio en el centro de gravedad. Primero se amplía la base de sustentación al caminar y los movimientos normales como agacharse, levantar pesos o subir escaleras pueden volverse más dificultosos. Al final del segundo y durante el tercer trimestre, el aumento de peso es más notable, se redistribuye la masa del cuerpo, se altera el equilibrio o la capacidad de hacer cambios rápidos de dirección, debido a la prominencia del abdomen, el aumento de la lordosis lumbar y el desplazamiento anterior del centro de gravedad. Al final de la gestación, tras la semana 20-24, la mujer experimenta una reducción paulatina de la agilidad y una disminución de la tolerancia a las tareas que requieren sentido del equilibrio lo que unido a la predisposición a los mareos, aumenta el riesgo de las caídas. Las lumbalgias en las embarazadas pueden estar favorecidas por varios factores:
Las recomendaciones para evitar las lumbalgias en el embarazo engloban las siguientes tareas:
En los casos de dolores sacroilíacos, debemos de evitar ejercicios en los que el peso recaiga sobre una sola pierna. Diversos artículos científicos recogen los beneficios más relevantes de la práctica del ejercicio físico para la madre:
Está demostrado la importancia de realizar ejercicio físico para prevención de:
Con esto, queremos animar a todas las futuras mamás a moverse por su bien y por el del bebé. Mata, F.,Chulvi, I., Roig, J., Heredia, J.R., Isidro, F., Benítez Sillero, J.D. y Guillén del Castillo, M. Prescripción del ejercicio físico durante el embarazo Revista Andaluza de Medicina del Deporte, vol. 3, núm. 2, junio, 2010, pp. 68-79
2 Comentarios
Belén
5/11/2018 12:25:05 am
Articulo muy completo y bien explicado!! Por si te quedaban dudas de los posibles beneficios del ejercicio durante el embarazo ( y en cualquier etapa de la vida).
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Mariceli
5/12/2018 12:11:01 am
Hola!
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Beatriz BolañosFisioterapeuta. Especializándome en clínica, terapia manual ortopédica y en ejercicio terapéutico. Archivos
Mayo 2023
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