El ejercicio terapéutico es una magnífica herramienta para abordar múltiples patologías, y en especial problemas cotidianos en los centros de fisioterapia, como son casos de dolor crónico o de patologías que tienden a recidivar. La evidencia científica en este campo respalda los beneficios fisiológicos, neurológicos y funcionales que tiene una adecuada prescripción de ejercicios como parte del tratamiento.
Incluir ejercicio terapéutico como parte de nuestros tratamientos nos aporta ventajas adicionales a los mismos. Los cambios que tienen lugar en los tejidos y que dan lugar a la recuperación de la función tras el tratamiento manual se prolongan más en el tiempo. Esto se debe a que se produce un cambio en el patrón de movimiento. Ante la aparición de dolor nuestro cuerpo evita determinados patrones motores para protegerse del mismo y deja de exponerse a conductas que lo agraven o que puedan lesionar otras zonas. Al practicar ejercicio terapéutico prescrito de forma personalizada y enfocada a la lesión el cuerpo reconoce y mantiene un nuevo rango de movimiento más próximo a la normalidad en el que no aparece el dolor.